ESTUDIOS SOCIALES AUGE CACAO, BORRERO Y VEINTIMILLA EL PROGRESISMO JUEVES 28 DE ENERO DE 2021
UNIDAD EDUCATIVA POLICÍA NACIONAL
ESTUDIOS SOCIALES
ESTUDIANTES DEL SÉPTIMO “D”
LCDA: PATRICIA AULESTIA TOBAR
U.E.P.N 2020-2021
Conozcamos más de nuestra historia.
Quito, 28 de enero de 2021
EL AUGE DEL
CULTIVO DE CACAO Y LA ACTIVIDAD PRODUCTIVA.
A fines del siglo XIX,
Ecuador llegó a ser el primer productor de cacao del mundo. Las exportaciones
anuales promediaban los 11 millones de dólares y los 673 000 quintales.
El cacao se producía en las provincias de Los
Ríos, Guayas y parte de Manabí y El Oro. Se cultivaba en grandes haciendas
conformadas por la integración del «monte» a las tierras de cultivo, o que se
compraron o despojaron a pequeños propietarios.
Estados Unidos
adquiría el 50 % del cacao que se producía, con lo que la economía dependía,
así, de un solo producto (monocultivo) y de un solo comprador. Esto la hacía
muy débil.
Las haciendas
cacaoteras contrataban trabajadores de la Sierra y Litoral. Ellos sembraban y
cuidaban el cacao por algunos años, hasta que se comenzaba a producir.
Entonces,
recibían un pago por cada árbol que entregaban. El trabajador podía cultivar la
tierra entre árboles para su consumo.
Cuando el cacao
estaba en producción, los jornaleros explotaban el cacao a cambio de un salario
y un pequeño lote para vivir.
Estos
trabajadores se ligaban a sus patronos por largo tiempo, debido a los anticipos
que requerían para atender sus necesidades vitales.
También se
cultivaban cada vez más caña de azúcar y café, especialmente en Manabí. En
otros sectores de la Costa se cultivaban tagua y cascarilla para el mercado
nacional y para exportación.
En la Región
Interandina se producían cereales, maíz, papa, alfalfa y frutas, y se criaba
ganado vacuno y lanar. Pequeñas industrias de zapatos y productos de cuero,
cigarrillos, cerveza, fósforos y textiles diversificaron su producción.
Se instalaron
molinos hidráulicos para granos, fábricas de tejidos de lana, algodón y cabuya,
y talleres de cerámica, todos destinados al consumo interno.
En Guayaquil se
abrieron industrias harineras y afines, como las de fideos, hielo y gas. Hubo
fábricas de chocolates, aserraderos, mecánicas y fundiciones.
LAS TRANSFORMACIONES SOCIOECONÓMICAS
El auge de la producción de cacao tuvo
diferentes causas: Estados Unidos y Europa aumentaron su consumo de productos
tropicales, la industria chocolatera se modernizó y aumentó la demanda del
cacao y su precio.
En Ecuador, el
cacao era la principal fuente externa de recursos económicos. Por ello se
crearon bancos que financiaban la actividad cacaotera, se redujeron las tarifas
arancelarias, se adoptaron leyes que regulaban el comercio nacional e
internacional, y se mejoraron los caminos y el puerto de Guayaquil.
El comercio
interno se dinamizó. Paulatinamente se dejó de cultivar para autoconsumo y
había que ir al mercado para abastecerse.
Esto generó la
apertura de tiendas en haciendas, pueblos y ciudades, relacionadas con
almacenes de Guayaquil que se proveían en el exterior. Aunque la Región
Interandina ya no era la única abastecedora de alimentos, sus mercados seguían
siendo importantes para el comercio interregional.
Aunque el éxito del negocio del cacao aumentó
sus ingresos, la mayoría de la sociedad ecuatoriana no experimentó mayor
progreso.
Las pocas
familias que producían, comerciaban y exportaban, fueron las beneficiadas;
acapararon la tierra y el poder económico del país.
LOS GOBIERNOS DE
BORRERO Y VEINTEMILLA
A la muerte de García Moreno, se eligió
presidente a Antonio Borrero (1875-1876). Propugnaba el liberacatolicismo, una
tendencia política de bases católicas que defendía la libertad de conciencia,
la tolerancia religiosa y la separación de la Iglesia y el Estado; además,
estaba en contra del autoritarismo presidencial.
Borrero no
cumplió rápidamente con el planteamiento que lo llevó al poder, la reforma de
la «Carta Negra», por lo que fue depuesto por el general Ignacio de
Veintemilla, quien se proclamó dictador en 1876.
El abuso de
poder y de los fondos públicos, la ineficiencia y la corrupción administrativa,
el anticlericalismo y la persecución a opositores, la falta de obras públicas,
el deterioro de las existentes y la disminución de las rentas dedicadas a la
educación y salud fueron las características del Gobierno de Veintemilla.
Entre los hechos
negativos también se cuentan los asesinatos del conservador Vicente Piedrahita
y del obispo de Quito, José Ignacio Checa.
Para conservarse en el poder, ascendió y
gratificó a los miembros del ejército, concedió privilegios fiscales y
mercantiles a comerciantes y exportadores, suscribió un nuevo concordato con la
Iglesia, buscó congraciarse con la aristocracia serrana con invitaciones y
banquetes, y persiguió implacablemente a sus opositores
EL PROGRESISMO
Al fin de su
mandato, Veintemilla intentó proclamarse jefe supremo nuevamente, pero los
liberales que lo habían apoyado lo derrocaron, con la colaboración de las Fuerzas
Armadas.
La Asamblea Constituyente de 1893 proclamó
presidente a José María Plácido Caamaño. Su ideología política, llamada
progresismo, buscaba adaptar el país a las condiciones internacionales y
continuar con la modernización del Estado.
Se oponía a la
violencia desde el poder y apoyaba la plena libertad de conciencia y la
tolerancia religiosa. La décima Constitución, de 1893, propuesta del
progresismo, planteaba:
• Garantizar las
libertades públicas de asociación, petición, sufragio, industria, enseñanza y
pensamiento.
• Fortalecer la
intervención del Estado en la economía con una moneda propia: el sucre.
• Reestructurar
las instituciones públicas y el ordenamiento fiscal.
• Impulsar las
obras públicas, la salud y la educación. En 1888, asumió
En 1888, asumió
la presidencia Antonio Flores Jijón, hijo de Juan José Flores. Su programa de
gobierno mejoró la instrucción pública, apoyó la inmigración extranjera, mejoró
las comunicaciones y recuperó el crédito público.
Era partidario
de la tolerancia religiosa, de la supresión de los diezmos y del arreglo de la
deuda externa. Lo sucedió Luis Cordero, tras ganar las elecciones en 1892. Sin
embargo, al buscar eliminar las diferencias con la Iglesia, el liberalismo le
quitó el apoyo.
Cordero buscó
solución a los problemas fiscales: Flores se había comprometido al pago de la
deuda, lo que desequilibraba el presupuesto. Cordero debió reformarlo para
atender las obras públicas y la educación.
La oposición a
Cordero se unió a raíz del problema de la llamada venta de la bandera: el
gobernador de Guayas y hombre fuerte del gobierno, Plácido Caamaño, autorizó el
uso de la bandera ecuatoriana para que Chile —país neutral en la guerra entre
China y Japón— vendiera un buque a los japoneses. La oposición acusó a Cordero
por este hecho y lo destituyó.
.
DEBER
Lee, investiga y realiza las
páginas 25 y 26 del cuadernillo
integrado
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